El equipo de Aseo y Ornato se llevó las bateas repletas de basura, aplicó una limpieza profunda con la máquina hidrolavadora y las personas y comerciantes que transitan por calle Pedro Montt de inmediato felicitaron al alcalde Orlando Vargas por la acertada decisión. Así terminó la triste y mal oliente historia del punto negro donde pernoctaba gente en situación calle, y donde se cometían actos delictuales, y había consumo y venta de drogas.
Para mantener la limpieza en Pedro Montt, y para que ningún vecino o comerciante diga que no tiene donde ir a dejar sus bolsas con basura, el municipio dispuso de turnos de recolección de basura por la mañana y por la noche. Además, a las 21 horas un camión recolector estará de punto fijo en Prat con 21 de Mayo y a las 22 horas otro recibirá la basura de los restaurantes y otros comercios en Colón con 18 de Septiembre.
Foco de delincuencia
“Quiero darle las gracias al alcalde Orlando Vargas por haber sacado estas bateas que se habían transformado en un foco de delincuencia. La gente ya no podía caminar por acá”, dijo el presidente de la feria Productos del Mar, Alejandro Olivares. Por su parte, Carlos Díaz, antiguo comerciante del centro de Arica, también destacó la iniciativa. “A nombre de nuestros clientes queremos darle las gracias al alcalde Vargas y al senador Insulza, quien escuchó esta sentida demanda”.
“Decidimos sacar estas bateas porque era un foco de insalubridad donde personas consumían alcohol y dejaban un mugrerío, transformando esta calle en un punto negro. Ahora quiero recordarles, especialmente a dueños de restaurantes, que la ciudad más limpia es la que menos se ensucia”, señaló el jefe comunal ariqueño.
“El fin de semana pasado fui testigo de un asalto que hubo en este sector. Los focos de insalubridad traen muchos problemas sociales. Y esta acción nos sirve para recuperar un espacio del casco histórico de Arica”, comentó el concejal Maximiliano Manríquez. Así mismo, la concejala Dolores Cautivo dijo que “con las Juntas Vecinales habíamos luchado durante mucho tiempo para que estas bateas fueran erradicadas de aquí, que lejos de ser una ayuda, se convirtieron en un lugar que tenía atemorizado a los vecinos”.