Ermelinda Choque Mamani (74 años) es una hortalicera que hace más de medio siglo se dedica al cultivo de tomates, zapallos, pepinos y lechuga en el kilómetro 46 del valle de Azapa, sector Pampa Algodonal. Ella asistió sagradamente a cada uno los tres talleres del Programa “Fortalecimiento empresarial para mujeres líderes del sector hortícola”.
“Agradezco a Corfo, porque es la primera vez que participó en un taller de estas características. Ha sido muy bueno para mí, porque aprendí más de lo que yo sabía”, dijo Ermelinda al cierre de la actividad de aprendizaje ejecutada en el marco del Programa Territorial Integrado (PTI) horticultura sustentable en el desierto de la región de Arica y Parinacota, que impulsa Corfo con financiamiento del Ministerio de Agricultura.
Mientras que Teresa Copa, quien cultiva principalmente morrón, ají y frutillas en el kilómetro 35 del Valle de Azapa, destacó la importancia de esta capacitación. “Fue muy importante para mí, ya que es bueno siempre ir capacitándose y aprender nuevas técnicas. Me ayudó bastante en creer en uno mismo, que puedes y salir de tu zona de confort. Y que la agricultura no sería la misma si nosotras las mujeres no estuviéramos ahí con nuestro aporte”.
El tercer y último taller se realizó en dependencias del hotel del Valle Azapa, donde nuevamente la expositora Michele Trillat se encargó de motivar a las asistentes en torno a compartir sus vivencias en el ámbito agrícola y cómo desde su perspectiva la actividad puede ser mejor en beneficio de quienes se alimentan de sus productos.
Por su parte, la agricultora de Pampa Concordia, Silvana Gamboa, quien sólo trabaja con tomates, relevó el aporte de la mujer en la agricultura. “Las mujeres hacemos muchas cosas. Pero la verdad, como el testimonio que dio a una de las personas, siempre damos prioridad a los demás. Nos falta tomar la decisión de ser nosotras primero que los demás. Hay muchas cosas que los hombres se supone están a la cabeza en la agricultura, pero no en temas de precio, acomodar cosas, eso no va con ellos”.
Esta capacitación hacia el empoderamiento femenino en la agricultura regional buscó acortar las brechas existentes de falta de oportunidades para las mujeres en la actividad agrícola, en especial del sector de hortalizas de Arica y Parinacota.
