Con visitas ilustres, la Municipalidad dio inicio a las celebraciones por los 60 años del Mundial de Chile

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El mundial de 1962 tiene un significado especial para Arica, una de las cuatro sedes escogidas para celebrar la gesta deportiva más importante que ha tenido el país.

“Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo”. Esta mítica frase del otrora dirigente del fútbol chileno, Carlos Dittborn Pinto, se escuchó una y mil veces durante la ceremonia de lanzamiento de la celebración por los 60 años del mundial del 62’, gesta deportiva que para Arica tiene un saber especial y que la Municipalidad de Arica celebrará con todo.

En el hall del edificio Consistorial fue realizada la actividad, que contó con presencias ilustres invitados como Pablo Dittborn, uno de los hijos del propio Carlos Dittborn; y Javier Castrilli, el “juez de hierro” argentino y que hasta hace poco estuvo a cargo de los árbitros de todo el país. 

“Contento y feliz de este día que estamos celebrando, conmemorando los 60 años del mundial de fútbol que se desarrolló en Arica. Pero no solamente ese hito puntual, sino que centralmente es cómo se genera esta gesta histórica, un sueño que se logra hacer realidad acá en Arica, se construye el estadio, se hace el mundial y qué bueno es tener acá al hijo de Carlos Dittborn y también al gran árbitro Javier Castrilli”, señaló en la oportunidad el alcalde Gerardo Espíndola.

En la ocasión, el municipio hizo un homenaje a doña Oriana López, quien fuera capitana de la selección de baloncesto del Instituto Comercial y que posó junto a Carlos Dittborn para una fotografía del recuerdo, cuando fuera inaugurado el mundialista estadio ariqueño el 15 de abril de 1962.

A nombre de su padre y toda su familia, Pablo Dittborn expresó tras la ceremonia que nuestra ciudad es muy relevante “para él y lo heredamos todos nosotros. Su cariño, su entusiasmo por Arica y su defensa como subsede del mundial, algo que no fue fácil pero que siempre lo hizo con mucho entusiasmo y Arica respondió sin lugar a dudas”.

Junto con ello, destacó el afecto que los ariqueños y ariqueñas le muestran a la dinastía Dittborn, un apellido que no solo simboliza un hito deportivo histórico para la comuna, sino que el inicio de un explosivo desarrollo que forjó los cimientos del Arica actual.

“Es muy emocionante e impactante porque no sucede en otras ciudades donde también hubo mundial, como es el caso de Viña del Mar y Rancagua. En Arica es especialmente fuerte, notorio y nos damos cuenta. Hermanos míos han venido en otras ocasiones y en algún momento detectaron que estaban acá y los trataron extraordinariamente bien”, indicó.

En tanto, en concejal Max Schauer comentó en la ocasión que “60 años de historia, 60 años que nos marcan como ciudad donde, tal como dijo Carlos Dittborn, no teníamos nada y queríamos hacerlo todo. Esa es la misma premisa que debe movernos hacia adelante. Tenemos pocas cosas, pero queremos desarrollar deporte de calidad”.

Finalmente, el concejal Gabriel Fernández declaró que “es especial para todo Arica y para mí, ya que estuve presente en el estadio cuando Chile le ganó 2 a 1 a Rusia. Viví momentos importantes y como anécdota recuerdo que en ese tiempo no había mucha agua en Arica, y cuando se terminó de construir el estadio no había cómo regar la cancha. Entonces, la Municipalidad determinó que por tres días habría racionamiento en la ciudad, con tal de que tuviéramos estadios y se realizara el mundial”.

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