Señor Director:
Desde que empezó la pandemia son muchos los estudios que han demostrado el impacto que esto ha ocasionado en la salud mental de niños, niñas y adolescentes; lo que se suma a los atrasos en sus aprendizajes y al deterioro en su salud física (por dar un simple ejemplo la obesidad infantil).
Resulta incompresible que en cuarentena no se considere ninguna medida para promover el bienestar de la población infantil y adolescente.
Nosotros los adolescentes y niños estamos entre el grupo que ha pagado los mayores costos de esta pandemia, más allá de los enormes esfuerzos por darle continuidad a nuestra educación y propiciar el acceso actividades presenciales en los establecimientos educacionales, casi no han sido considerados por el gobierno. Es de esperar que esta situación se corrija a la brevedad, y que reintegren el permiso para realizar actividad física de menores de 18 años o se diseñe una banda horaria específica para nosotros, con todas las medidas de autocuidado para reducir los riesgos de contagio.
Eduardo Pérez Barañados